Tu hogar, tu templo. ¿Cómo lo mantenés? Si la respuesta es “desordenado”, entonces tenés que empezar de inmediato con estos hábitos para mantener el orden a raya y que tu casa esté reluciente sin mucho esfuerzo.

1. Arreglá tu cama por la mañana: Es una de esas cosas que tenés hacer como bañarte, cambiarte de ropa y desayunar. Podés hacerlo después de ducharte y vestirte, así invertirás 5 minutos de tu tiempo efectivamente. Además, nada mejor que llegar a casa después del trabajo y encontrar la cama organizada, lista para vos.
2. Dejá la habitación ordenada antes de salir: Si ves objetos en el suelo, ponelos en su lugar antes de dejar la habitación en la que estás por completo, así contribuís al orden en general.
3. Poné cada cosa en su lugar: Tomá la costumbre de no dejar tu bolso o cartera, zapatos y/o ropa en la entrada apenas llegues, ni mucho menos repartidos por toda la casa.
4. Sacudí tus zapatos al entrar a casa o quitatelos: Este sencillo hábito ayuda a reducir el tiempo que te pasás limpiando y además, evita que ingresen a tu hogar gérmenes y bacterias que pudieran haber en las suelas de los zapatos.
5. Limpiá la cocina todas las noches: No se puede negar que esto es algo difícil porque muchas veces llegás tan cansado que tenés ganas de dejar todo tirado e irte a dormir. Pero, imagina lo bien que te sentirías si cuando te levantás a hacerte el café, te encontrás con tu cocina impecable y lista para el día.
6. Sacá la basura todas las noches: No acumules restos ni esperes a que la bolsa esté a punto de explotar porque el mal olor puede impregnar todo el lugar. Agrega este hábito de limpieza automática a tu rutina diaria, y tu casa será más higiénica.
7. Recoge todo antes de dormir: Al final del día, invertí 5 minutos de tu tiempo en recoger y limpiar todo lo que puedas. Trabajá rápido, y de esta manera encontrarás una casa muy agradable al inicio del día siguiente.

Todo desafío es difícil al comienzo, pero una vez que lo lográs se convierte tan solo en hábitos prácticos que pueden ser hasta entretenidos.

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