¿Querés hacer compras sustentables y no sabes por dónde empezar? Estas pequeñas reglas te servirán de guía al momento de aventurarte a realizar compras amigables con el planeta.

1 Preferí lo local

Te explico por qué: La huella de carbono de un producto producido localmente casi siempre es menor que la de un producto importado, debido al transporte. Simple: Más cerca, menos acciones que impliquen transporte y su afectación al planeta.

2 Pensá en todo lo que hay detrás de la compra

Muchas de las cosas que compramos a bajo precio no están pagando el verdadero costo ambiental y social. Así que podés hacerte estas preguntas antes de comprar: ¿Cuáles son las políticas ambientales y sociales de la empresa productora o distribuidora?, ¿Cuáles son las condiciones laborales de sus empleados? Al momento de comprar sustentable, no dan lo mismo este tipo de cosas.

3 Preferí lo que sabes de dónde proviene

En ocasiones compramos sin saber nada de la procedencia de los productos: qué ingredientes fueron usados, cuáles fueron las condiciones de vida de los animales, qué tipos de químicos utilizaron en las verduras, etc. Pero podés cambiar este comportamiento y preferir comprar a un proveedor que te pueda contar y mostrar cómo fueron elaborados sus productos.

4 Preferí productos elaborados con recursos renovables

Para que un producto sea sustentable, su producción debe ser a partir de recursos renovables. ¿Sabés qué son? Los recursos renovables son aquellos que no se agotan con su utilización ya que vuelven a su estado original o se regeneran a una tasa mayor que la de su consumo. Algunos ejemplos: agua, fibras naturales, maderas…

5 Evitá los compuestos nocivos

Pensá siempre: “lo natural es más sano”. En la medida que elegimos productos que tengan menos procesos o productos artificiales en su fabricación, mejor será para nuestra salud y el medio ambiente.

 

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